VIVIR EL AGUA

Patrimonio inmaterial: vivir, ver, estar y sentir el agua

El patrimonio cultural de la Real Acequia de Moncada va más allá del propio valor que le confiere la documentación centenaria que se esconde en los archivos, o las cultas palabras de los académicos que la han han estudiado o visitado. Va más allá de nuestra propia admiración, ante del funcionamiento, un día si, y otro también, de su gran unidad tecnológica que es el canal principal y todas sus principales derivaciones hermanadas con caminos y alquerías.

Va también, más allá de la generosa retahíla, a modo de colección exclusiva, de museo vivo, de partidores, cuadrados, boqueras, turnos, paletas, lenguas, rolls, filas, molinos, etc. Pues, la verdadera esencia del patrimonio cultural de esta acequia milenaria, su tesoro más apreciado —como el de otros paisajes del agua de todo el mundo—, es una cosa muy sencilla, y no por conocida menos menospreciada: la gente.

Conocidos o extraños, a estas otras realidades alternativas al 2.0, las multimedia, la alta definición, o las chifladuras e hipérboles urbanas, uno de los retos más motivadores que tenemos durante los próximos años, es la recuperación y reinterpretación de estos paisajes del agua. Y rescatar de nuestra ignorancia o miopía la melodía de las aparentes tres o cuatro sutilezas cotidianas de los regantes y labradores de esta parte de la huerta de Valencia en su ir y venir a la acequia. Bajo la costumbre de los pequeños gestos diarios ligados al riego y todo lo que representa coger palmo de agua arriba, palmo de agua abajo, se esconde, disfrazada de parsimoniosa normalidad, la complejidad de una sociedad, que ha girado gran parte de su existencia entorno la administración, consumo y colaboración en los asuntos del riego. De aquí, siguiendo el hilo del agua, se adentran en todo el resto de cosas que son el corazón patrimonial de la comunidad y vecinos de la acequia más allá de lo que es el canal, que también lo valoran: un conjunto de saberes, tradiciones orales, rituales, técnicas, músicas, usos sociales, actos festivos, conocimientos, etc.,

El reto se presenta muy complicado, enrevesado, tozudo y mal encarado, los tiempos no acompañan la cordura del labrador. Desde fuera de su mundo hay prisa y frenesí. El aquí y el ahora de un anuncio de moto GP o el el acelerado bit de una vídeoconsola, frente al ritmo lento y la cadencia pautada de los mismos gestos acumulados desde hace más de mil años, siempre adaptados a las circunstancias del presente.

Porque la acequia, su paisaje mestizo, y la gente que la vive y la cuida sin descanso, generación tras generación, siempre han sabido mantener el equilibrio de recordar, estar y pensar en el día siguiente.

Nosotros, desde esta web, hemos pensado que por vivir, ver, estar y sentir estos paisajes húmedos, sobre todo, había que escuchar a los regantes y acompañarlos también, a su paso, entre turnos, almuerzos y motes, por los rincones donde aún corre el agua de la Real Acequia de Muncá.

 

+ ampliar

Fundació Assut

Colaboradores | Aviso legal
©2013 Paisatges Culturals a la Reial Séquia de Montcada
© 2013 Fundació Assut