La aparente sencillez del acto de regar en manta, esconde un conjunto de tareas asociadas, más o menos complejas, que desde hace siglos se han ido reproduciendo de manera ininterrumpida sobre el territorio de la huerta por las diferentes generaciones de hombres y mujeres encargados del riego. Cabe señalar, sin embargo, que este legado del manejo del agua rodada en ambientes semiáridos, se extiende por todos los regadíos tradicionales del Mediterráneo, y hermana las raíces de los distintos pueblos y culturas que bañan sus aguas.

En primer lugar, en cuanto entra el agua en la demarcación y se abren las compuertas del canal principal, los regantes preparan las paradas, es decir, colocan las compuertas de manera que deriven el agua por los diferentes canales de forma que permita que llegue el caudal de agua a su campo. Sin embargo, para regar un campo hay que ir primero a buscar el agua, pedir el turno al regante que esté efectuando el riego y esperar a que los regantes aguas arriba finalicen. Los regantes dominan el uso de las portelles, las compuertas que permiten la entrada de agua al campo, ya que por medio de estas van regando las diferentes partes del campo con el caudal adecuado.

ÉPOCA MEDIEVAL
(Al-Andalus) [711-1238]

ÉPOCA MEDIEVAL
(Reino de Valencia) [1239-1453]

ÉPOCA MODERNA [1454-1789]

ÉPOCA CONTEMPORÁNEA [1790-2012]