EL CLIMA Y LOS CULTIVOS

La combinación suelo / clima de la zona regada por la Real Acequia de Moncada, proporciona una determinada capacidad de acogida para los diferentes cultivos. La trilogía mediterránea -vid, olivo y trigo- y pocos cultivos más serían los adaptados a nuestras condiciones naturales, y así debió ser hasta la implementación del riego.

No obstante, desde una perspectiva ecológica hay que decir que las sutilezas de las variaciones climáticas mediterráneas —entre medio del estrés hídrico o las periódicas inundaciones o revenidas recurrentes— y los diversos tipos de suelos, han sido elementos capitales en la explotación de los cereales a lo largo del tiempo. La actividad agraria en en Valencia y en otros rincones del Mediterráneo fue necesariamente sensible a la multiplicidad de microambientes de toda esta macroregión. De esta manera, las opciones o estrategias de subsistencia de nuestros antepasados —como bien explica Thomas Glick— pasaron por el cultivo de una sorprendente variedad de distintos tipos de cereales, buscando diluir el riesgo en la explotación del mayor número de nichos ecológicos posibles. Y lo mismo podríamos decir de otras especies —en este caso arbóreas— como el almendro, la higuera, el algarrobo, el olivo, la vid y un más reducido número de plantas herbáceas, que podrían cultivarse con ciertas garantías y continuidad en la llanura valenciana, una vez adaptadas convenientemente a la señalada variedad climática.

 

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