La llegada de masas de aire del oeste, el aire de poniente, después del paso previo por la Meseta recalentada, adquiere en l'Horta un carácter abrasador, con temperaturas muy altas -superiores a los 40°C- y con una muy baja humedad relativa, que tiene puntualmente efectos muy nocivos sobre los cultivos.
Por otra parte, la circulación de masas de aire del nordeste se asocia a las olas de frío, aire polar o ártico continental, causante de las heladas.
En otoño, la conjunción que se produce sobre la ribera oeste del Mediterráneo, del aire cálido y húmedo proveniente del mar y forzado bruscamente a elevarse por las montañas del interior, con otra masa de aire frío situada en las capas altas de la atmósfera, da como resultado un súbito, y a veces catastrófico, proceso de fuertes lluvias. De manera que sobre l'Horta, la probabilidad que se inicien lluvias en un período de cinco días, aumenta notablemente desde el 50-70% al comienzo del mes de octubre hasta el 90% a finales de noviembre. Las causas se deben buscar en las temperaturas relativamente elevadas de la superficie marítima, unos 20°C, superiores a las medias del aire, cuando se unen a una incursión de aire más frío, en general aire marítimo polar. Con estas circunstancias, a lo largo del frente frío se origina una fuerte inestabilidad convectiva que produce lluvia frontal y orográfica, la resultante es el desarrollo de cúmulos de alturas superiores a los 6000 m.
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