La coordinación entre vecinos para el reparto del agua ha sido siempre un bastión importante del sistema y, en este sentido, forma parte de esta coordinación, la educación en las normas y buenas prácticas del riego que se transmiten de padres a hijos: hay que preparar las paradas, ir a buscar el agua, preguntar, pedir el turno y esperar al agua. Para maximizar el aprovechamiento del agua, el riego tiene numerosos entresijos y ‘finuras’: preparar el campo para el riego, tener caballones, saber hacer uso de las herramientas, paradas y compuertas. Un buen regador debe saber el momento exacto de cerrar las compuertas para que el agua llegue al final de campo sin tener aguas sobrantes, pues aunque esto pueda ocurrir en algunos casos, existe la prohibición de desaguar a la red de drenaje. Este tipo de medidas que promueven la optimización del uso del agua se aplican de manera más estricta en situaciones de sequía o escasez severa, ya que de ello depende que el resto de regantes puedan abastecer de agua sus cosechas.
Colaboradores | Aviso legal
©2013 Paisatges Culturals a la Reial Séquia de Montcada
© 2013 Fundació Assut