LA HUERTA CUANDO NO ERA HUERTA

LOS PRIMEROS POBLADORES

Los primeros indicios confirmados de ocupación humana del territorio que después se convertirá en la huerta de Valencia, datan de hace 5.000 años aproximadamente y corresponden a la cueva de Rocafort, una covacha de entierro del Eneolítico Final o Bronce Inicial.

De cronología un poco más reciente, entre 4.000 y 3.000 años, datan los poblados del Bronce de l'Horta, todos ellos situados en la orla montañesa de la comarca, rehuyendo de una llanura con un ecosistema marcadamente lacustre. Destacan, en esta parte de la comarca, los yacimientos de la loma de Betxí, en Paterna (en el margen izquierdo del río Turia) y los Germanells, en Rafelbunyol.
El habitat, los poblados, se instalan sobre pequeñas lomas de poca altura pero con un buen control visual del territorio. Son poblados de pequeñas dimensiones, con una modesta incidencia sobre el territorio y el paleo-paisage, dada su economía de subsistencia agrícola y ganadera, especialmente pastoril y trashumante en un ambiente de ciénagas que evolucionó despacio de acuerdo con las condiciones climáticas del momento.

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