Por las propias características del cultivo, necesitado de una inundación casi permanente, y las condiciones propias de los espacios en que se desarrollaba, el uso del agua en la marjal ha tenido peculiaridades que le diferenciaban del uso en los otros ámbitos del regadío:
- La inundación hace innecesaria una red de acequias que llegue a cada una de las parcelas.
- Grandes colectores (sequiols) permiten que el agua inunde las parcelas y también la evacuación al mar de las mismas cuando el ciclo de cultivo del arroz lo hace necesario.
- El cultivo del arroz está generalizado en todo el espacio y las labores de cultivo: preparación, siembra, escardas, siega, etc. se realizan al unísono en todas las parcelas.
- Originariamente utilizaban las aguas del Extremal, consideración que también tenían las tierras de marjal. Cuando iba a producirse el trasplante de las plántulas del arroz desde los planteles situados en la huerta a las parcelas de la marjal, la Junta de gobierno autorizaba la aportación masiva de todo el caudal de la Real Acequia de Moncada para la inundación de los espacios marjalencos (retancà). Durante unos días, coincidiendo con la tanda del Puig y Puçol, todas las aguas que circulaban por el canal de Moncada iban dirigidas al arrozal, impidiéndose su uso por los otros cultivos.
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