LA LLANURA ALUVIAL

Al norte del Carraixet, el trazado de la Real Acequia de Moncada prácticamente sirve de hito para delimitar el contacto entre los piedemontes y los abanicos pleistocenos y una llanura aluvial holocena, completamente dominada por la acequia y parcialmente ocupada por antiguos marjales.

La mayor parte de las tierras regadas por la acequia, al norte del Carraixet, coinciden con una llanura aluvial holocena, que presenta una suave pendiente hacia el mar, solo alterada puntualmente por el afloramiento de los rodenos triásicos de el Puig.

En esta llanura los barrancos pierden el leve encajonamiento que presentaban sobre sus piedemontes y abanicos y se desvanecen, integrados o disueltos en la densa red de riego y drenaje. Solo en algún caso se distingue algún paleocajero, como el vinculado al Carraixet que bordea Meliana por el sur, conocido como el Barranquet; o algún depósito reciente en forma de abanico, como el que presenta el barranco de la Calderona sobre el marjal de Puçol.

También resulta difícil establecer con precisión el límite entre estos depósitos y los marjales, por cuanto la progresiva reducción de las ciénagas, por la acción humana, ha difuminado el contacto entre ambos ambientes.

 

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