La Real Acequia de Moncada disponía de un importante caudal hidráulico, que permitió a lo largo de su historia la instalación de una cifra muy elevada de molinos sin necesidad de construir saltos elevados, y la convirtió en uno de los principales centros industriales del siglo XIX en tierras valencianas. Mucho antes, durante la etapa inicial medieval, el rey Jaime I se aseguró no solo la propiedad de la acequia, sino también la explotación de sus molinos. Durante las centurias siguientes, estos ingenios, alojados en importantes edificaciones arquitectònicas similares a las casas o alquerías importantes de la época, centraron su papel "industrial" en la molturación de granos para la obtención de harinas, además de desarrollar el batanado de tejidos a través de los conocidos batanes o molinos de trapos, que se localizaban fundamentalmente en el área de Paterna. Posteriormente, avanzado el siglo XIX se introducen los molinos arroceros, saltos para producir electricidad y el establecimiento de otras industrias modernas.
Colaboradores | Aviso legal
©2013 Paisatges Culturals a la Reial Séquia de Montcada
© 2013 Fundació Assut