Desde el piedemonte en el que se localiza el azud de la acequia, hasta los marjales de la llanura litoral, los suelos van evolucionando y mostrando rasgos, características y propiedades claramente diferenciadas. Parte de estos rasgos quedan patentes por la propia vegetación que en ellos se desarrolla. Por otro lado, la implantación del sistema de regadío, la evolución de los modelos productivos, la extracción de recursos naturales, etc., son factores que han modelado y caracterizan la naturaleza de buena parte de estos suelos. En el ámbito de la Real Acequia de Moncada se identifican una gran diversidad de suelos, la mayoría ricos en carbonatos. De todo estos, los que mejor definen el espacio agrícola son los Fluvisoles, aunque también se pueden identificar otros como los Calcisoles, los Regosoles y los Luvisoles.
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