LAS NECESIDADES DE LAS PLANTAS

Mientras que las plantas silvestres generalmente están perfectamente adaptadas al medio que las sustenta, las plantas cultivadas necesitan de la intervención humana de una manera regular para completar sus ciclos vitales. Estas últimas, tienen como fin último producir alimentos para la especie humana y sus animales domésticos, así como fibras vegetales u otras producciones cuya transformación producen bienes intercambiables. Para que todo ello suceda, es necesario que el medio en que se asientan las plantas (suelo, temperatura y humedad) garantice los mínimos necesarios.

 

La adecuada implantación de un cultivo a un determinado medio se puede conseguir de dos formas, o bien utilizando, tras una selección varietal, variedades adaptadas a ese medio, o bien modificando las condiciones naturales del medio.

Del suelo se puede modificar su acidez o alcalinidad con el aporte de enmiendas, asi como su textura, como sucede en nuestro ámbito con la incorporación de arena. También pueden mejorarse sus contenidos en nutrientes con el aporte tradicional de materia orgánica, el barbecho, o en la historia más reciente, los abonos químicos de síntesis o derivados de hidrocarburos.

Las actuaciones sobre la temperatura solo han sido posibles en épocas contemporáneas con el recurso a los cultivos protegidos y el uso de combustibles fósiles.

La humedad necesaria para completar la aportada por las lluvias, solo es posible conseguirla con el recurso al riego, ya sea mediante aguas superficiales o subterráneas. Dentro de las formas de riego utilizadas más habitualmente en el Mediterraneo, podemos encontrarnos con el riego por inundación o riego a manta, o ya más modernamente con técnicas de riego por aspersión o localizado.

+ ampliar

Fundació Assut

Colaboradores | Aviso legal
©2013 Paisatges Culturals a la Reial Séquia de Montcada
© 2013 Fundació Assut